Seres sensibles o animales.

Me preocupa y  a la vez me molesta ver cada vez más en Facebook peticiones de ayuda para animales, considerados mascotas, que son abandonados sin piedad en cualquier sitio. Incluso son tirados vivos a la basura o a cauces de agua para que se mueran. ¿Qué tipo de sociedad somos? Esta claro que hay una gran incongruencia entre que un animal sea un miembro de la familia, un animal de trabajo, un animal comestible. No es nada fácil en principio asimilar que me puedo comer un caballo, un corderito, un pollo y a la vez tener una mascota de estos animales.

Yo tengo gatos y no solo no me comería un gato, sino que nunca iré a países donde se coman estos…»¿animales?», «¿bebes peludos?», «¿miembros de la familia?». Si tuviese un perro, tampoco me comería un perro. Pero sí  como pollo, conejo, peces…

Me considero animalista. Abogo por la ética en el consumo de animales. Ética que no permita el maltrato, el abuso, el dolor. Aunque sé que el solo traslado al matadero produce tal cantidad de estrés en el animal que consume todo su contenido en carbohidratos.

Será duro y largo llegar a un consenso en cuanto a si son seres sensibles, que lo son, son consumibles y/ o objetos de diversión.

Pero solo los legisladores pueden crear leyes que castiguen el mal trato, el abuso, el abandono de cualquier animal, en cualquier situación y por cualquier motivo. Debemos entonces luchar con los instrumentos que tengamos a mano para conseguir una sociedad más sensible al problema. Entre estos instrumentos está la EDUCACIÓN.

No quiero entrar en más disquisiciones sobre este tema, considerando disquisición como: «examen riguroso que se hace de algo considerando cada una de sus partes».

Por eso y habida cuenta de la diferencia de criterios y argumentos que existen y respetando el derecho de cada uno a pensar como quiera, yo me pronuncio a favor del respeto por nuestros compañeros de viaje en la tierra, por su protección y su derecho a sobrevivir, a mantener sus hábitats, a no ser maltratados, a no ser eliminados, abandonados. En suma, a vivir y morir dignamente cualquiera que sea su función en la tierra.

Se aceptan opiniones, que serán respetadas y comentadas.